lunes, 23 de diciembre de 2013

El Currículum

El currículum es un conjunto de objetivos, competencias básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación que se establecen para cada una de las enseñanzas que regula la ley.
Algunas características relevantes del currículum son que es flexible, abierto, inclusivo y ofrece atención a la diversidad.
En la actualidad los dos Ciclos de Educación Infantil están regidos por dos decretos: el decreto 88/2009 para el primer ciclo y el decreto 67/2007 para el segundo ciclo. En estos decretos se recogen los objetivos generales, las competencias, los contenidos, las áreas, la atención a la diversidad y la evaluación.
Existen diferentes niveles de concreción:
El primer nivel son las normativas, que establecen un marco curricular amplio, común y básico.
El segundo nivel es el Proyecto Educativo de Centro, que se adapta al entorno socio-económico y cultural de la localidad, a los recursos del centro y a las características del alumnado.
En el tercer nivel encontramos la programación y las unidades didácticas, que debe adaptarse a las características concretas de cada clase. Se refiere a la recogida del proceso de enseñanza-aprendizaje y a la aplicación práctica de la programación en el aula.
Y por último, el cuarto nivel, que hace referencia a las adaptaciones para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
El currículum permite planear el proceso de enseñanza-aprendizaje y procurar que sea realizado correctamente, ayuda a crear un ambiente libre, sencillo y de apoyo para quienes lo llevan a cabo, sirve para delimitar los contenidos mínimos que todos los ciudadanos del país deben adquirir.
  • Reflexión:

Hasta hace unos años, la etapa de Educación Infantil no estaba regulada por un currículum, no era una etapa con entidad propia.
Al realizar dicho currículum se le ha considerado como una etapa más, con una gran importancia educativa de gran envergadura.
Si no existiese un currículum que fijase los contenidos mínimos para esta etapa, cada maestro tendría absoluta libertad para decidir que enseñar o tratar en clase y que no, lo cual podría llevar a una desigualdad educativa a la hora de que los niños se incorporasen a la primaria. Además el currículum garantiza que los niños y niñas se van a desarrollar en todos los ámbitos y de la mejor manera posible.
Antes de regular la Educación Infantil, esta tenía una función básicamente asistencial, no se tenía en cuenta la finalidad educativa de esta, ni se ponía interés en el desarrollo del niño.

Además es una herramienta muy práctica para los maestros y maestras, puesto que sirve de guía a la hora de planificar las clases.


La transición de la escuela al trabajo y la finalidad de la educación en la actualidad

Existen dos teorías claras y diferenciadas en cuanto a la finalidad de la Educación.
Por un lado encontramos la teoría del capital humano, que se refiere al aumento en la capacidad de la producción de trabajo alcanzada con mejoras en las capacidades de trabajadores. Estas capacidades se adquieren con el entrenamiento, la educación y la experiencia.
Esta teoría tiene defensores como Schultz, Micer o Becker, que considera que los individuos deciden estudiar para incrementar su nivel de conocimientos, habilidades y, por tanto, ser más productivos y alcanzar un alto estatus social.
Por otro lado, hay quienes consideran la Educación como medio para desarrollar las capacidades humanas, considerando el objetivo fundamental de la educación el proporcionar a los ciudadanos una formación plena que les ayude a estructurar su identidad y sus capacidades para participar en la construcción de la sociedad.
En la actualidad, la finalidad de la Educación es la de desarrollar plenamente la personalidad y las capacidades, la educación en el respeto de los derechos y libertades, la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente, etc.
Un gran problema en la sociedad actual es la transición de la escuela a la vida activa. Esta transición se ha visto afectada por la nueva configuración del mercado laboral. Los jóvenes sienten temor ante la posibilidad de no estar preparados para afrontar los cambios.
La dificultosa inserción de los jóvenes al mercado laboral es motivo de preocupación para el mundo laboral y de la enseñanza.
Por esto, la educación obligatoria debe ayudar a los alumnos y alumnas a despejar dudas para prepararles para afrontar su transición a la vida adulta y activa en las mejores condiciones.
Tanto el Sistema Educativo como el mercado de trabajo son instituciones dinámicas, estableciéndose flujos entre ambas, los cuales generan desajustes entre ambas instituciones.
  • Reflexión:

Desde hace algún tiempo existe un gran debate sobre si la escuela sirve para prepararse para alcanzar y desempeñar un puesto de trabajo y así poder obtener una buena remuneración económica, o si, por lo contrario sirve para desarrollar las capacidades humanas.
En las teorías modernas se está dando una perspectiva diferente, considerando que ambos tipos de Educación son complementarios. Se le da gran importancia al desarrollo de las capacidades humanas, y se dirige la Educación a los intereses personales, se pretende conseguir la felicidad a través de la Educación. Pero, sobre todo en niveles educativos avanzados, la Educación se orienta a la formación para la obtención de un puesto de trabajo.
La elección de esta formación se puede tomar simplemente teniendo en cuenta una serie de motivos económicos, o bien se puede ver influida por los intereses de las personas. En esto influye en parte la situación económica en la que nos encontremos. Puesto que si la situación económica de un país es positiva existen menos problemas a la hora de encontrar un puesto de trabajo y la gente se deja llevar más por sus intereses, sin embargo, cuando la situación económica mundial o del país es más negativa, la preocupación por no encontrar un puesto de trabajo o por que este no esté remunerado nos lleva a tener muy en cuenta el factor económico.
Actualmente, solemos tener en cuenta ambos factores,  decantándonos por una formación que nos interese pero sin dejar de lado el factor económico, lo que hace que si estamos dudando entre varias carreras universitarias, por ejemplo, nos decantemos por la que a la larga creemos que nos va a ofrecer una mayor remuneración económica.
Tendríamos que hacer un análisis además, de si la formación básica nos prepara para el mercado laboral o, incluso, sobre si debería o no prepararnos para ello. Es evidente que no estamos preparados, puesto que nos crean una sensación de invalidez permanente. Cuando accedes a un puesto de trabajo te das cuenta de que el sistema funciona a un ritmo diferente al que tu estas acostumbrado. En la escuela se trabaja de una forma, y en el mercado laboral de otra, y de esto no somos conscientes hasta que no nos incorporamos a un puesto de trabajo. Esto supone que tengamos que adaptarnos y con ello que nos enfrentemos con miedo a la búsqueda de trabajo, tenemos que madurar muy rápido por no incluir las realidades del mundo a la formación.



La democracia en la escuela. De la teoría a la práctica

En España, actualmente existe una democracia. La democracia es un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos los ciudadanos. Por lo tanto, las decisiones see toman según la opinión de la mayoría.
La democracia tiene una serie de valores como la libertad, la igualdad, la fraternidad, la civilidad, la justicia, la participación, el pluralismo, la tolerancia, la legitimidad y legalidad, el respeto y la solidaridad. Y todos estos valores se transmiten a través de la enseñanza, con el objetivo de que los niños y niñas construyan su propia moral y se conviertan en ciudadanos demócratas.
En las escuelas esto está presente en los planes y programas de educación básica. El proceso educativo no se puede reducir al desarrollo de actividades aisladas, sino que es preciso aprovechar los distintos ámbitos formativos que se generan en la escuela.
El nivel preescolar, debe ser un espacio de vida democrática en el cual las niñas y los niños aprendan tanto a partir del ejemplo como de las experiencias reales a las que se enfrentan. Para esto se tienen que llevar a cabo una serie de actividades que impliquen que los alumnos se impregnen de lo que es la democracia. En la asamblea los niños y niñas pueden elegir los temas a tratar, realizar la función de coordinador. También son importantes los consejos escolares, donde las opiniones del alumnado son previamente consultadas para decidir los temas a tratar. Y no podemos olvidar la inclusión de competencias con objetivos básicos dentro del currículo.
  • Reflexión:

Para hablar de este tema es casi obligatorio remontarse unos años atrás, y analizar la escuela cuando no había democracia, y así poder compararla con la escuela actual.
Cuando España se encontraba bajo un régimen franquista el modelo de escuela y de maestro era un modelo autoritario, en el que el maestro impartía sus clases y los niños escuchaban. No se daba lugar al dialogo, ni se tenían en cuenta los intereses del niño, ni se realizaban actividades manuales o creativas. Las técnicas que se utilizaban eran únicamente memorísticas y los contenidos que se trataban eran inflexibles.
Con el paso de los años esto ha ido evolucionando en una escuela mucho más flexible, que otorga una mayor importancia a la figura del niño. En la etapa de la Educación Infantil hemos notado mucho este cambio, sobre todo en las últimas décadas. Actualmente se considera a los niños y niñas como el centro de la Educación, por lo que se le ofrece un papel muy importante. Colaboran en la toma de decisiones, interactúan con los maestros y compañeros, aprenden de sus iguales, se fomenta la participación y el apoyo, se motiva a los niños utilizando técnicas que capten su atención, se realizan actividades creativas, etc.

Esto refleja claramente una democracia en las aulas. Pero no podemos olvidarnos de que el maestro es el principal responsable de que esto se cumpla, y no en todos los casos se hace o no se hace de la forma más adecuada. Por eso debemos seguir trabajando para que exista una democracia real y generalizada en todas las aulas desde la Educación Infantil hasta la Universitaria, pero haciendo especial hincapié en la primera etapa, puesto que en ella se empieza a formar la personalidad, y los niños absorben todo del entorno.


Influencia del número de hermanos en el rendimiento escolar

Entendemos por rendimiento escolar a la medida de las capacidades del alumno que expresa lo que ha aprendido a lo largo del proceso formativo y a la capacidad del alumno para responder a los estímulos educativos.
Cuando hablamos del bajo rendimiento escolar nos referimos a un retraso significativo en el aprendizaje del niño respecto a otros compañeros, pero no debemos identificarlo con una baja capacidad.
Hay estudios al respecto que mantienen que el número de hermanos influye negativamente en el rendimiento escolar y que este problema no se ha podido mejorar con ayudas.
Pero también existen otros estudios que determinan que el número de hermanos no influye en el rendimiento escolar.
Hemos podido tener acceso a una entrevista a un maestro de Educación Infantil, el cual sostenía que el número de hermanos no tienen por qué afectar al rendimiento escolar del alumno y que habría que estudiar cada caso con detenimiento para valorar si el rendimiento ha sido afectado por la existencia de hermanos. También hacía referencia a la implicación de los padres en la Educación de los niños y niñas, y como la existencia de más hermanos no debe influir en ella.
  • Reflexión:

Existen diferentes estructuras familiares, nos encontramos con familias sin hijos, familias con hijos únicos o familias numerosas con una cantidad de hijos más elevada.
Actualmente se está cuestionando si esto puede o no influir en el rendimiento escolar de los niños y niñas. No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, existen estudios con resultados diversos sobre este tema, por lo que ninguno es concluyente.
Sería necesario analizar cada caso por separado, y ver si esto está influyendo en la Educación de los niños y niñas, puesto que cada familia tiene unas características diferentes.
 Es posible, que en algunas familias, al tener un número elevado de hijos no se les preste la atención necesaria, o los padres no se impliquen tanto como deberían en su Educación. Pero también existen casos de familias numerosas en los que todos los hijos tienen unos buenos resultados académicos.
Los maestros podrían tener en cuenta esta variable si se encuentran con un caso  de bajo rendimiento escolar y analizar este aspecto por si influyese en esta situación o descartarlo para así poder tomar las medidas oportunas y adaptadas.

En definitiva, podríamos decir que este problema puede ser influyente o no dependiendo de las familias y de cómo funcione la dinámica en ellas. Si una familia presta una buena atención a todos los hijos por igual y se implica suficientemente en su Educación se eliminaría esta posible influencia. Por el contrario, si una familia, por falta de tiempo por ejemplo, no se implica demasiado en el proceso educativo de sus hijos, o se centra más en unos que en otros porque tenga algún problema de adaptación o algo parecido, esto puede influir en los resultados académicos, pero no es determinante.


Diferencias organizativas entre un colegio público, privado y concertado

La diferencia fundamental entre estos tres tipos de colegios es que los colegios públicos son centros financiados y gestionados por el Gobierno, los privados son una empresa financiada por los padres de alumnos y los concertados son centros de gestión privada, pero subvencionados por el Estado.
 La escuela pública es gratuita y está gestionada por la comunidad educativa, es inclusiva, integradora y compensadora de desigualdades y es neutra en lo referente a la religión. Sin embargo la privada y la concertada no tienen estas cualidades.
Además se diferencian en la elección del profesorado y en la accesibilidad del alumnado.


  • Reflexión:

Las familias tienen la libertad de elegir el tipo de escuela a la que quieren que asistan sus hijos. Pero esta elección se ve muy influenciada por el nivel socio-económico que tengan, puesto que una familia con unos ingresos bajos no puede optar a una escuela privada o, incluso, concertada.
Esta elección también se ve influenciada por las creencias religiosas de las familias. Como ya hemos dicho antes la Escuela Pública es neutra en materia religiosa, por lo que muchas familias prefieren que sus hijos e hijas estudien en colegios privados religiosos, para así asegurarse de que tengan una buena educación religiosa.

Una de las diferencias que más polémica causa entre los diferentes tipos de escuelas es la elección del profesorado. En las escuelas privadas y concertadas, a diferencia de las públicas, los profesores no tienen que pasar por unas oposiciones para conseguir un puesto de trabajo, hay quien opina que esto es injusto puesto que una oposición te asegura que el maestro o maestra tiene unos conocimientos mínimos, pero también tenemos que tener en cuenta que dichas oposiciones no garanticen que un maestro o un profesora vaya a ser un buen docente, al igual que el hecho de que alguien no se presente o no apruebe unas oposiciones no significa que no tenga los conocimientos necesarios para realizar bien su trabajo. Por lo tanto, no es tan importante el hecho de que se tenga aprobada o no una oposición, lo que debería preocuparnos más es si los maestros y maestras, tanto de la escuela pública, como de la privada y de la concertada, son buenos docentes.


La familia y su papel en la Educación.

La Educación dentro de las familias depende, en parte, del tipo de familia que sea. Cada familia tiene una serie de características en función de si son familias con hijos únicos, hijos adoptados, hijos con discapacidad, hijos con altas capacidades, etc.
En cualquier caso, la motivación a los niños es algo fundamental, es determinante en sus resultados. Los padres, al igual que los profesores, deben tener esto muy en cuenta, conociendo las características del niño, dedicándoles tiempo diario, marcando objetivos, y teniendo presente que no todos los niños tienen el mismo estilo de aprendizaje.
En el ámbito escolar, las familias se implican en diferentes actividades. Por ejemplo, el AMPA, que es una asociación formada por padres y madres de alumnos y cuya finalidad es informar y asesorar a los padres, apoyar al alumnado, promover la calidad educativa o realizar actividades de carácter educativo que refuercen los valores y objetivos de PEC.
Otros ejemplos son las escuelas y los talleres de padres, que tienen como objetivo ayudar a las familias a entender y solucionar las situaciones a las que se enfrentan en el ámbito familiar.


  • Reflexión:

Las familias juegan un papel fundamental en la educación de los niños y niñas. Son referentes claros para ellos, además de servir como motivación para ellos.
La actitud de los padres hacia los niños y niñas y hacia la Educación es decisiva para ellos. La familia es su principal referente y es quien transmite valores y modelos de vida.
Cuando los padres se interesan y se  implican en la Educación de sus hijos estos se motivan. Como ya hemos visto existen muchas actividades en las que las familias pueden implicarse en las escuelas y la participación en ellas demuestra a los niños en interés que tienen por su educación y les sirve como ejemplo.
Es frecuente encontrar casos en los que los padres y madres esperan un buen resultado académico por parte de sus hijos, pero no se implican lo suficiente para que estos lo tengan, se centran en obligarles a hacer deberes o estudiar y no en ayudarlos o motivarlos.




En ocasiones esto se debe a que los padres y profesores no saben afrontar algunas situaciones de desinterés o fracaso, no se paran a analizar las capacidades y cualidades de los niños para así poder adecuar el procedimiento que se va a seguir, y afrontan todos los casos del mismo modo.


El fracaso escolar: cuando corresponde al profesor

El fracaso escolar se entiende cuando un niño no es capaz de alcanzar el nivel de rendimiento medio esperado para su edad y nivel pedagógico, aunque también puede proceder de administraciones, profesores, padres y/o problemas en casa, dificultad de integración con los compañeros o baja autoestima, consumo de estupefacientes, la planificación errónea a la hora de abordar los estudios, dificultades de aprendizaje, etc.
Cuando el fracaso corresponde al profesor se puede atribuir a los escasos recursos con los que cuenta, a la imposición de su criterio, la monotonía de las clases, la falta de atención individualizada, la marginación de los estudiantes con algún tipo de déficit, la ridiculización de los alumnos, etc.
En este aspecto es importante hablar de la “Teoría del etiquetado”, que hace referencia a cómo la propia identidad y el comportamiento de los individuos puede ser determinada o influida por los propios términos utilizados para describir o clasificar dicho comportamiento, que se asocia con el concepto de una profecía que se cumple y con los estereotipos.
  • Reflexión:

Normalmente, tendemos a atribuir el fracaso escolar únicamente a una falta de interés del alumno, o a sus capacidades. Pero, debemos tener en cuenta que pueden influir varios factores como la situación familiar de los niños y niñas, la situación psicológica en la que se encuentran, etc.
Además el papel del profesor es determinante en este sentido. En ocasiones, los profesores o maestros llevan a cabo sus clases de forma monótona y sin motivaciones para los niños, no se tienen en cuenta sus intereses a la hora de planificarlas y luego se les quiere achacar toda la responsabilidad de las malas notas a los niños y niñas.
Cuando un maestro o un profesor tiene casos de fracaso escolar en su aula, lo primero que debe hacer es autoevaluarse, considerar si la forma en la que está tratando los contenidos es la adecuada, si la comunicación con sus alumnos es suficiente, etc. Y sobre todo no debe caer en el error en el que caen muchos profesores, de pensar que su único papel en el aula es el de ir, transmitir sus conocimientos de forma aburrida y monótona y examinar a sus alumnos y alumnas esperando que tengan buenos resultados, o sin preocuparse siquiera de los resultados que puedan tener.

Deberíamos plantearnos si estamos actuando correctamente a la hora de enfrentarnos a casos de fracaso escolar, puesto que lo primero que deberíamos hacer es dejar de buscar culpables y centrarnos en cuál es la causa, para así poder buscar una solución acorde a ella. Y nunca dejar de lado a los niños y niñas por el hecho de que veamos una falta de motivación por el estudio.