El trabajo intelectual y el trabajo manual son completamente
diferentes uno del otro. El trabajo intelectual se relaciona con los libros, el
papel, el lápiz. Sin embargo, el trabajo manual se relaciona, directamente, con
el esfuerzo físico.
En la antigüedad, en la Época Grecorromana surgieron la
propiedad privada, las clases y el Estado, lo cual provocó la división de
trabajos. El trabajo intelectual pasó a ser un privilegio para la clase
dominante. Mientras que el trabajo manual era realizado por los campesinos.
A lo largo de la historia, se ha ido considerando a los
obreros como una clase subordinada, dejando así el trabajo intelectual en manos
de las clases altas.
Existen autores, como Adam Smith, que consideran el trabajo
como fuente de riqueza y que la división del trabajo aumenta la productividad.
Pero también se deriva un aspecto negativo: la falta de desarrollo de las
capacidades mentales.
En el ámbito Educativo también encontramos autores, como es
el caso de Bakunin, que afirma que la educación completa e igual nos lleva a la
emancipación humana y reivindica la ruptura de la división de clases y el apoyo
y refuerzo recíproco.
- Reflexión:
A lo largo de la historia, se ha privado a las clases media,
y sobre todo baja del acceso a una educación intelectual, con lo cual, al no
haber obtenido una formación adecuada, han tenido que dedicarse a trabajos
manuales.
Sin embargo, las clases sociales consideradas “altas” se han
dedicado exclusivamente a trabajos intelectuales. Las familias han podido
ofrecerles una formación adecuada para este tipo de trabajos.
Este modelo prácticamente no variaba, sin embargo, con el
paso del tiempo, las diferencias entre clases han ido siendo cada vez menos
significativas. Esto ha provocado que la mayoría de las familias de clase media
hayan podido ofrecerles a sus hijos los medios para obtener una formación
intelectual muy rica y puedan optar a puestos de trabajo intelectuales.
En los últimos años nos hemos encontrado con numerosos casos
de chicos y chicas de clases medias y bajas que han abandonado sus estudios
para dedicarse a trabajos manuales, puesto que su objetivo era empezar a
obtener una remuneración económica lo antes posible y de esta forma no tener
que depender de sus padres, esto ha intensificado la diferencia de trabajos por
clases, pero no ha sido tanto por una atribución de la sociedad si no por una
decisión propia por motivos económicos.
Con la situación económica actual, estos casos han
disminuido por la falta de puestos de trabajo. Los adolescentes y jóvenes
prefieren seguir formándose para poder tener la posibilidad de acceder a un
empleo, ya que los requisitos para acceder a ellos han aumentado.
Pero también es cierto que, en la actualidad siguen teniendo
más oportunidades de formarse y así poder desempeñar un trabajo intelectual las
personas con más recursos económicos, y los trabajos manuales siguen siendo
exclusivamente para las personas con un nivel socio-económico más bajo. Aunque
esto no depende tanto del escalafón social que ocupen, sino que se puede
asociar al nivel económico que tengan.
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