En España, actualmente existe una democracia. La democracia
es un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el
poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos los
ciudadanos. Por lo tanto, las decisiones see toman según la opinión de la
mayoría.
La democracia tiene una serie de valores como la libertad,
la igualdad, la fraternidad, la civilidad, la justicia, la participación, el
pluralismo, la tolerancia, la legitimidad y legalidad, el respeto y la
solidaridad. Y todos estos valores se transmiten a través de la enseñanza, con
el objetivo de que los niños y niñas construyan su propia moral y se conviertan
en ciudadanos demócratas.
En las escuelas esto está presente en los planes y programas
de educación básica. El proceso educativo no se puede reducir al desarrollo de
actividades aisladas, sino que es preciso aprovechar los distintos ámbitos
formativos que se generan en la escuela.
El nivel preescolar, debe ser un espacio de vida democrática
en el cual las niñas y los niños aprendan tanto a partir del ejemplo como de
las experiencias reales a las que se enfrentan. Para esto se tienen que llevar
a cabo una serie de actividades que impliquen que los alumnos se impregnen de
lo que es la democracia. En la asamblea los niños y niñas pueden elegir los
temas a tratar, realizar la función de coordinador. También son importantes los
consejos escolares, donde las opiniones del alumnado son previamente
consultadas para decidir los temas a tratar. Y no podemos olvidar la inclusión
de competencias con objetivos básicos dentro del currículo.
- Reflexión:
Para hablar de este tema es casi obligatorio remontarse unos
años atrás, y analizar la escuela cuando no había democracia, y así poder
compararla con la escuela actual.
Cuando España se encontraba bajo un régimen franquista el
modelo de escuela y de maestro era un modelo autoritario, en el que el maestro
impartía sus clases y los niños escuchaban. No se daba lugar al dialogo, ni se
tenían en cuenta los intereses del niño, ni se realizaban actividades manuales
o creativas. Las técnicas que se utilizaban eran únicamente memorísticas y los
contenidos que se trataban eran inflexibles.
Con el paso de los años esto ha ido evolucionando en una
escuela mucho más flexible, que otorga una mayor importancia a la figura del
niño. En la etapa de la Educación Infantil hemos notado mucho este cambio,
sobre todo en las últimas décadas. Actualmente se considera a los niños y niñas
como el centro de la Educación, por lo que se le ofrece un papel muy
importante. Colaboran en la toma de decisiones, interactúan con los maestros y
compañeros, aprenden de sus iguales, se fomenta la participación y el apoyo, se
motiva a los niños utilizando técnicas que capten su atención, se realizan
actividades creativas, etc.
Esto refleja claramente una democracia en las aulas. Pero no
podemos olvidarnos de que el maestro es el principal responsable de que esto se
cumpla, y no en todos los casos se hace o no se hace de la forma más adecuada. Por
eso debemos seguir trabajando para que exista una democracia real y
generalizada en todas las aulas desde la Educación Infantil hasta la
Universitaria, pero haciendo especial hincapié en la primera etapa, puesto que
en ella se empieza a formar la personalidad, y los niños absorben todo del
entorno.
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