lunes, 23 de diciembre de 2013

La estructura física de un Centro de Educación Infantil

La estructura física de un centro de Educación Infantil está establecida por la Ley. En concreto por el Real Decreto 132/2010 de 12 de febrero, y en el caso de Castilla la Mancha, además existen una serie de recomendaciones de la consejería de Educación de JCCM.
Este Real Decreto establece que debe haber un aula por cada unidad y con una superficie adecuada al número de puestos escolarizados y que como máximo puede haber 25 alumnos por unidad escolar; respecto al patio de juegos, nunca puede ser inferior a 150 m² y el aseo tiene que estar adecuados a las necesidades del alumnado y del personal educativo del centro y adaptados para personas con discapacidad.
En cuanto a las recomendaciones de la Consejería de Educación de JCCM encontramos que los espacios comunes sean de usos múltiples, que el patio de juegos tiene que evitar el terreno natural sin tratamientos, el arenero debe estar delimitado mediante un bordillo enrasado y con arena de río seleccionada. El patio de juegos es muy importante puesto que es fundamental en el periodo de adaptación de los niños y niñas.
Las aulas deben ser lisas, cálidas y de fácil limpieza, colindantes con el acceso exterior, con pavimento antideslizante, con encuentros redondeados y falsos techos con absorción acústica. Los calefactores deben estar protegidos, puertas con sistema de protección “antipilladedos”,  etc.
Los aseos tienen que tener un acceso directo desde el aula y ser visibles desde ella, con superficie antideslizante, de fácil limpieza, adaptados a niños con discaacidad y con barras de apoyo.
Algunas de las problemáticas más comunes que nos encontramos en los diferentes colegios son el espacio, la falta de atención individualizada y el cierre de las aulas.




  • Reflexión:

Hace unos años, la estructura física de las Escuelas Infantiles no estaban reguladas por la Ley, lo que hacía que no estuviesen adaptadas a los intereses y las características de los niños y niñas.
Uno de los cambios más notables ha sido la incorporación de los aseos visibles desde las aulas y adaptados a la altura de los niños. Esto ha supuesto un apoyo importante a la hora del trabajo del control de esfínteres, puesto que si un niño tiene que ir al baño, la profesora puede supervisarle sin perder de vista al resto de alumnos.
También es positivo que se adecue el espacio al número de alumnos por aula. Pero con la subida de la ratio de alumnos, hay menos espacio para cada niño y esto influye a la hora de organizar los espacios y el trabajo en clase.

Todas estas  características son fundamentales en los Centros de Educación Infantil puesto que favorecen la atención individualizada de los niños y de esta forma se potencia el desarrollo integral de los niños y niñas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario